Es importantísimo saber que al disparar un arma de fuego, la mano y los alrededores del que ejecuta el disparo, quedan “manchados” por gases, derivados nitrados que provienen de la pólvora y otros compuestos. Por supuesto, no hay que olvidarse del plomo (Pb), bario (Ba) y antimonio (Sb) que son los más estudiados.
Los métodos más empleados en el laboratorio para detectar que una persona ha disparado un arma de fuego son la prueba de la parafina (ya en desuso por dar falsos positivos al detectar nitritos que podían provenir de laca de uñas, haber estado en contacto con fertilizantes, material fotográfico…..e incluso con orina ), prueba del Rodizonato de sodio(utilizada sobretodo en países latinoamericanos, es de carácter colorimétrico y no reacciona con el antimonio), Espectroscopia de emisión por plasma (conocida como “ICP”, se ha demostrado que en la obtención de Bario es muy superior a la técnica de absorción atómica “AS”), Absorción atómica (Ba Sb y Pb deben estar en combinados y sus concentraciones dentro de unos puntos de corte establecidos) y microscopia de barrido ( muestras que se obtienen de cabello, manos, cara y ropa. Se realiza en tres etapas el estudio, la primera es en la que determinamos si la munición contenía Plomo “Pb” o estaño “Sn”, en la segunda, partículas restantes de residuos de disparo mediante rayos X y en la tercera, mediante espectrometría de partículas de Ba o Sn). Son las pruebas realizadas más reconocidas y de más importancia