Podemos decir que el inicio de las investigaciones científicas sobre la Sindone se remonta a la primera fotografía hecha a la reliquia en 1898. El negativo reveló la
inversión del claroscuro en la huella corpórea, haciendo que aparecieran todos sus detalles.
Son evidentes en la Sindone algunas zonas rojas, cuyo aspecto corresponde a los caracteres de las manchas de sangre en la tela: se trata de verdadera sangre humana
del grupo AB. Para tener un calco de la sangre como el que se observa en la Sindone el cuerpo debe haber estado envuelto en la sábana durante aproximadamente 36 horas. En este tiempo tuvo un papel
importante la fibrinólisis, que provocó la descomposición de los coágulos.
Sigue siendo inexplicable cómo se ha interrumpido el contacto entre el cuerpo y el tejido sin alterar los calcos que se habían formado.
La mayor cantidad de datos sobre la Santa Síndone proceden de los estudios que realizó, a partir de 1977, un grupo de científicos dirigidos por el Dr. John Jackson y
su compañero el Dr. Eric J. Jumper (Profesores de Física y de Ciencias Aeronáuticas, respectivamente, en la Academia de las Fuerzas Aéreas de Denver, Colorado, y en el Centro de Pasadena -NASA- en
EstadosUnidos). Este equipo compuesto inicialmente por científicos norteamericanos se denomina S.TU.R.P. (siglas en inglés de "Proyecto de Investigación sobre la Síndone de Turín").
Su primera aportación se hizo pública en 1977: J. Jackson y E. Jumper tecnicos de fotografia aerospacial de la NASA.
Se estudio con el analizador de imagen VP_8 que servía para estudiar la orografia de Marte y tiene la
particularidad de reproducir en relieve lo que fotografia. Estudiando las fotografías de la Síndone en el laboratorio de las fuerzas aéreas de Alburquerque, Nuevo México, con la colaboración de su
colega el Dr. Bill Mottern descubrieron que la imagen de la Síndone contiene información tridimensional.
• El grado de densidad de cada punto de la imagen de la S. Síndone está matemáticamente relacionado con la distancia del lienzo al cuerpo Alcanza la máxima
"brillantez" en las zonas en que el cuerpo tocó al tejido (nariz, frente, cejas...) y es menos intensa donde no se tocan (órbitas de los ojos, lados de las mejillas...).
• El hecho de que en ningún punto de la imagen la intensidad de la "marca" sea cero implica que la impronta no pudo hacerse por contacto. Este descubrimiento puede calificarse de asombroso: supone
prácticamente, por sí solo, descartar la posibilidad de un artífice humano.
• Nadie seria capaz de establecer tal cantidad de grados de "luminosidad" que se ajustaran matemáticamente a la relación distancia tela-cuerpo.
Tras lograr resultados tan alentadores, el equipo STURP solicitó, y obtuvo permiso para realizar una exploración sobre la Síndone en Turín. Las Jornadas de observación directa duraron 120 horas
ininterrumpidas.
El Dr. John Heller (Biofísico, profesor en el New England Institute, y miembro del STURP) cuenta que las disciplinas científicas utilizadas en esta investigación
fueron, entre otras, las siguientes: Fotografía: visible normal, infrarrojos, y ultravioleta, (unas 5000 fotografías en total). VP8: análisis de imagen. Ampliación de imagen computarizada. Análisis
de la función de mapas. Imágenes topográficas. Análisis multiespectral. Análisis matemático de la imagen. Rayos X de baja energía: Fluorescencia de rayos X. Reflexión espectroscópica (o
espectroscopía de reflexión de ultravioleta). Visibles. Infrarrojos. Termografía: Microdensímetro. Macroscopía. Microscopía: Polarización, fluorescencia, contraste de fase de electrones.
Bioestereometría: Espectroscopio ("raman"). Láser de prueba microlasérica. Espectroscopio de dispersión de la energía del electrón. Transmisión espectral microespectrofotométrica. Prueba química
húmeda: generación de porfirina fluorescente, tests de cianometahemoglobina y de hemocromógeno, test de proteasa (enzimas que hidrolizan o dividen las proteínas convirtiéndolas en compuestos más
simples). Inmunofluorescencia. Y a todo esto hay que añadir más de 1.000 experimentos químicos para determinar la naturaleza de toda la imagen y de las marcas de sangre, así como la historia del
lino, manchas de agua, fibras varias, partículas y restos (detritus), la presencia de pigmentos orgánicos e inorgánicos y vehículos oxidantes y reductores, más todos los posibles caminos humanos para
tratar de crear una imagen igual a la de la Sábana. Sus conclusiones fueron: Hay sangre humana indudablemente.
Se han detectado componentes exclusivos de esta. (Posteriormente el Dr. Baima Bollone ha podido determinar que corresponde al grupo sanguíneo AB -"casualmente" el más frecuente entre los hebreos y
muy poco frecuente en los demás pueblos-). La imagen contiene al menos 9 características:
• Absoluta superficialidad
• Extrema pormenorización, estabilidad térmica y química plenas
• Comprobada ausencia de pigmentación de cualquier clase, estabilidad al agua,
• No direccionalidad, Negatividad y Tridimensionalidad (que obligan a excluir todas las técnicas conocidas para realizar la imagen (tintura, tinte, polvo, contacto directo, vaporigrafía, vapor y
contacto...)
Se puede concluir que no se conoce ningún procedimiento que permita reproducir una imagen con todas las características mencionadas. Lo que es claro es que no se trata de una imagen producida por
contacto, lo que ha llevado a pensar que se originara por algún tipo de radiación emanada del cuerpo, instantánea en el tiempo, y que hubiera producido una especie de " chamuscadura ". Tendría que
tratarse de una radiación con unas características no explicables desde el punto de vista físico.
El Vp-8 determinó que:
En el momento de producirse la impresión, el cuerpo del hombre depositado en ese lienzo se encontraba ingrávido y que las imágenes sólo pudieron formarse como consecuencia de una radiación
desconocida. Estan coloreados los hilos, pero entre hilo e hilo no hay grumo de pintura. La tela está grabada a fuego. Está chamuscada. El hilo no esta carbonizado y por la penetración de la
quemadura se mide la duración de la radiación, la fracción de segundo que duró la radiación. También grabó a fuego las manchas de sangre.
Por el otro lado de la tela se transparentan las manchas de sangre, pero no la imagen grabada a fuego.
Por su parte el Dr. Garza Valdés, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad de San Antonio (Texas) ha podido comprobar también experimentalmente, con muestras de tela de la
Síndone, que sobre la misma abunda -como en otros objetos que contienen sangre- un compuesto biológico formado por hongos y bacterias que no se pueden eliminar con los tratamientos de limpieza que se
aplican en la datación por resultado. Imagen Invertida No se conoce en la Historia de la iconografía, anterior al siglo veinte, de ningún artista que realizara su obra invirtiendo el
claroscuro.
El propio sentido de la negatividad de una imagen es contemporáneo a la aparición de la fotografía ( e inconcebible para un artista anterior a la invención de la fotografía). ¿Qué sentido tendría
en el siglo XIII realizar algo así, teniendo en cuenta que los contemporáneos no lo entenderían?. ¿Quién sería capaz de hacer algo semejante, dado el ínfimo desarrollo del realismo anatómico en la
iconografía medieval? ¿Cabe dentro de la lógica pensar en un falsificador que se tomara la molestia de "pasear" el Lienzo, a fin de dejar en él los testigos de su paso por Oriente, ...cientos de años
antes de que se inventara el microscopio (indispensable para reconocer el polen)? ¿Quién se preocuparía de cuidar semejante detalle y cometería el inmenso error de utilizar un lienzo nuevo, de la
época de la falsificación? Piénsese que desde principios del S. XIV, está plenamente documentada la estancia de la Síndone en Francia.
Un
supuesto falsificador tendría que haber actuado coetáneamente a su aparición en Europa. ¿Pudo un falsificador medieval ser capaz de tener todos los conocimientos sobre fisiología, anatomía, física,
etc, etc... que se requieren para hacer algo semejante? y, además, ¿cómo lo hizo?... porque eso también está por ver... (Piénsese que en la Edad Media se desconocía la circulación de la sangre, por
ejemplo). Es improbable, además, que los falsificadores de la Edad Media escribieran esas palabras en griego siguiendo una tipografía típicamente antigua y, a pesar de que el sudario se conoce desde
el siglo XIV, en ningún lugar se menciona estas leyendas; por tanto, estas letras son realmente una
escritura fantasma.
¿Por qué habrían colocado los falsificadores ese soporte en U bajo la barbilla del cuerpo crucificado, siguiendo un rito funerario del cual no tenían
conocimiento?