LOS MOVIMIENTOS GRÁFICOS
Siguiendo los logros de la escuela clásica francesa y añadiendo las conquistas de la escuela simbólica y de la emocional, he compuesto 19 grupos de rasgos o gestos gráficos.
El primer paso que se ha de dar para penetrar en las leyes grafológicas es asegurarse de cada gesto, de cada tipo de escritura, con el fin de que al analizar un grafismo no quede la menor duda.
Los grupos de gestos a que me refiero son:
EL TAMAÑO, la dimensión de las letras tiene importancia en tanto en cuanto que cuesta más o menos hacerlas, que implica una forma de ver las cosas, de enfocar la vida, de considerarse a sí mismo.
LA FORMA es uno de los grupos—junto con la rapidez y la presión—de los más difíciles de transmitir, de aprender y luego de clasificar sin dudas. En la forma juegan aspectos de condiciones personales: energía o suavidad, reserva o expansión, gusto o chabacanería...
LA DIRECCIÓN plasma maravillosamente la línea de nuestras conquistas personales, de nuestro estado de ánimo y es, en cierto modo, el símbolo de nuestro caminar por la vida en pro de nuestros logros personales o sociales, profesionales...
LA PRESIÓN deja al descubierto muchos de nuestros fallos orgánicos, toxicomanías, fuerza, vitalidad...
LA INCLINACIÓN es como un termómetro de los sentimientos que según la dirección que siga en su caminar, demuestra que vamos hacia los otros o nos retraemos: corazón y razón se dan cita en este grupo de gestos gráficos.
LA RAPIDEZ, uno de los aspectos o grupo de difícil interpretación, pero que debe ser abordado. La práctica irá ayudando y por él podrá deducir la agilidad de comprensión, el grado de rapidez en la asimilación intelectual, etc.
LAS LIGADURAS. Uno de los aspectos, junto con el orden,
que se aprende con mayor facilidad. Modernamente se ha complicado de tal forma que hemos separado el óvalo de las escrituras abierta, cerrada, rellena, que persisten doblemente interpretadas.
EL ORDEN, la impresión de conjunto. El grado de claridad en las ideas. La forma de organizar nuestro tiempo y las posibles interferencias en nuestro contacto con los otros.
LA FIRMA. En este grupo analizamos dos cuestiones que no tienen relación entre sí: el grado de proximidad de la firma al texto y su situación en la página, y el contraste entre las letras del texto de la carta—yo manifestado—y las letras de la firma —yo íntimo—.
LA RUBRICA, ese garabato caprichoso, que no sigue ninguna norma fija, en el que plasmamos nuestras ambiciones, el resumen de lo que buscamos en la vida.
LAS BARRAS DE LA "t" MINÚSCULA. Son en realidad uno de los puntos a considerar para calibrar o calificar la voluntad.
Nunca en estos pequeños rasgos debemos pretender ver aspectos seguros de la personalidad, pero sí algunas guías, cuando hay coincidencia con los demás signos.
LA LETRA "d" MINÚSCULA. El ascenso del rasgo superior y la forma de la "d" facilita la aparición de signos de fantasía, de capacidad creadora, etc., aunque no sea el único punto donde éstos se manifiestan.
LA LETRA "M" MAYÚSCULA. Su forma y los elementos que la constituyen—dos o tres arcos—nos sitúan en un plano comparativo del yo en su intimidad, del yo frente a su familia y a los demás. Una serie de rasgos complementarios nos ayudan a juzgar a las personas por su forma de hacer la "M" mayúscula.
LA LETRA "g" MINÚSCULA. Es una forma de bucear en los bajos fondos del subconsciente. Los instintos, el mundo de lo práctico, lo material, reposan en los pies de las letras, y la "g" por su conformación, es la que mejor se presta a desahogos de este tipo.
LA LETRA "a" MINÚSCULA, LA "o" Y LOS ÓVALOS. Uno de los intentos de agrupar todo lo que guarda relación con el óvalo, el núcleo de lo personal y sus intereses más próximos.
LA "r" MINÚSCULA. Si en la "t" vemos parte de la voluntad en la "r" vemos cómo se aprovecha o canaliza la energía. Aunque se ve en todos los movimientos horizontales, el doble ángulo de la "r" se presta para plasmar la energía y su equilibrada canalización.
EL PUNTO DE LA LETRA "i" MINÚSCULA. El punto es el más pequeño de los signos gráficos. Su empleo, su utilización, la precisión con que se coloca, su situación adelantada o retrasada, alto o bajo, su forma, sus caprichos, revelan en buena medida o corroboran aspectos de la personalidad.
LOS GESTOS TIPO. Esos movimientos que se repiten y dan fisonomía al grafismo, le perfilan, le hacen identificable, agrupados de acuerdo con leyes clásicas y símbolos.