El análisis grafológico de la personalidad se puede realizar por medio de escritos amplios, es decir, una carta en folio blanco y firmada sería suficiente para emitir un dictamen aceptable. Si además de la carta, el grafólogo recibe el sobre con los datos del remitente y del destinatario, se podrá realizar un examen más profundo, ya que en el sobre el escribiente refleja su relación con los demás y cómo quiere mostrarse. Por supuesto que la firma refleja lo más intimo de la persona y en ella se observan aspectos de carácter, personalidad, e incluso, aspiraciones materiales y sociales.
Pero si no contamos con este material amplio, y queremos saber cómo es una persona también podemos realizar trabajos más sencillos y que en síntesis nos aportan información suficiente. Es posible que sólo obtengamos una palabra de dicha persona... pues se puede realizar una análisis que nos dará una idea aproximada de cómo es esa persona.
Y si obtenemos la firma, los resultados serán más cocluyentes.